Habitan el ciberespacio más de 255 millones de sitios, según la empresa sueca Pingdom (diciembre de 2010), esto sin contar los más de 152 millones de blogs; al comienzo ésta presencia podía considerarse por muchos como una distinción o exclusividad de pocos, tal vez sólo las grandes empresas o instituciones eran las únicas facultadas para allanar la web.
Citando algunas estadísticas de la Agencia EFE de agosto de 2010, se dice que sólo el 4% de los sitios en internet se encontraban en idioma castellano, donde España participaba con la mitad de éste universo, lo que de acuerdo con la población de habla hispana, significa que nuestra experiencia en la web puede duplicarse y hasta triplicarse, para estar cerca a los niveles de otros idiomas que predominan en la órbita de la internet, como es el caso del inglés y el chino tradicional, con el primero y segundo lugar respectivamente.
Estar en la red ha dejado de ser una moda o lujo, para convertirse en una necesidad y obligación, si no queremos ser ignorados por los consumidores o usuarios de la world wide web.
Hoy pululan un gran número de plataformas y de lenguajes de programación para desarrollar la imagen de una organización en la web, desde los protocolos más básicos y amigables, hasta los más complejos y sofisticados.
Si planea lanzarse por primera vez o replantear su desempeño actual en la web, debe pensar primero en los objetivos, alcance y estrategia, no olvide que existir en la red no debe ser el fin, pero si puede considerarse el medio para alcanzar algunos propósitos de su organización o proyecto.
Hoy existen organizaciones cuyo único lugar de encuentro o momento de verdad, se da solo a través de los medios virtuales, otras empresas han empezado a migrarse o han implementado medios alternativos, o lo que se conoce en términos de mercadeo, como la ampliación de la plaza o de sus canales de distribución, donde los costes de operación son muy inferiores a los medios tradicionales de atención y contacto.
También los nuevos emprendedores mediante la evolución y su incursión en la Ciencia, Tecnología e Innovación, y la misma Investigación, Desarrollo e Innovación conocida como I+D+i, han aterrizado toda su creatividad mediante iniciativas que proponen una intensa y dinámica interacción digital.
Cualquiera que sea el origen o punto de abordaje, a la hora de exhibirnos en la web, debemos responder de manera práctica los preguntas fundamentales: Qué, Cómo, Cuando, Por qué, Para qué, Dónde (en la web), que permitirán antes de su implementación, conocer los objetivos, alcance y estrategia como se señaló en líneas anteriores.
Alguna vez haciendo un curso de Marketing en Internet en el año 2004, aprendí que un web site debe responder a cualquiera de los siguientes tres criterios o necesidades: Generación de Información, Desarrollo de Comunidad, o Realización de Operaciones, en ocasiones un solo portal puede cumplir o debe satisfacer de manera efectiva los tres escenarios.
En otra de mis publicaciones, mencioné que las empresas según el Programa de Desarrollo de Naciones Unidas, deben recorrer al menos cuatro (4) niveles para la apropiación de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones – TIC, y no será sensato que una pequeña empresa se sitúe en el nivel máximo, sin haber capitalizado la experiencia de las primeras etapas; de esta manera, se perciben cuatro (4) fases que yo nombraría dentro de una curva de aprendizaje, así:
Información básica: Esta es una tarjeta o ficha de presentación virtual con un poco o ninguna interacción, donde los visitantes tienen un lugar de llegada o referencia, en algunas oportunidades se complementa con un landing page para la recolección de datos o suscripciones al sitio.
Administración de contenidos: Esta opción involucra una mayor intervención para la actualización o adaptación de la información o novedades, y regularmente demanda dedicación de un administrador o web master.
Operación o Transacción: Recordemos que a través de un web site podemos realizar el intercambio de productos o servicios mediante variados medios de pago, guías u órdenes de pedido, para pagos on line o contra entrega.
Promesa de Valor: Cuando las expectativas en la entrega de un producto o servicio son satisfechas, los acuerdos de valor, los tiempos de entrega, niveles de escalamiento y demás términos se cumplan, estamos garantizando niveles óptimos de servicio.
El año anterior en una de las ediciones de la Revista Dinero, se presentaron las características o condiciones mínimas que debe tener un sitio web, Jairo Nieto – Director Creativo de una empresa de medios y publicidad así lo señaló; donde para éste medio, no hablaremos de las 4 P´s (Mezcla de Mercadeo), sino de las 4 C´s:
Contenido: Información de valor e interés, según el público objetivo o la temática.
Colaboración: Hace referencia a la construcción y a la necesidad de contar con la participación de los demás y la misma comunidad virtual; agregaría la C de Cooperación ante la búsqueda y construcción de resultados.
Conversión: Es la capacidad de capturar la atención y lograr que un visitante eventual, se transforme en un asiduo usuario de nuestro sitio.
Conversación: No podemos hacer de nuestro sitio un monólogo, debemos interactuar con nuestros visitantes y participar de los nuevos escenarios de la Social Media Marketing.
Finalizando, podemos tener la mejor tienda en el más atractivo mall o centro comercial, pero si no logramos capturar la atención, obtener el tráfico o las ventas que requerimos, algo debe estar fallando; lo mismo sucede con nuestro sitio web, debemos planear su posicionamiento, y esto solo podremos alcanzarlo, si estructuramos una completa estrategia de SEO (Search Engine Optimization) y SEM (Search Engine Marketing).
El Marketing en la Web, debe alinear los objetivos estratégicos de la Organización, para que éste y cualquier otro medio de contacto con el mercado, sea coherente y eficiente.
Juan Diego Restrepo H.
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