En otra de mis publicaciones hice referencia a las características del emprendedor, y se vaticinó acerca de, si el emprendedor nacía o se hacía; yo sigo considerando que debe ser una motivación interior, una vocación que permita que las ideas tomen forma y se materialicen en verdaderos planes de negocio y emprendimientos; sin olvidar que también la formación y preparación, potencian ese anhelo de hacer empresa.
Estamos rodeados de maravillosos casos de éxito y ejemplos de emprenderismo, de personas que con dificultad aprobaron sus estudios de bachillerato, o de educación básica y que hoy, además de poseer, lideran grandes y destacadas organizaciones; en esta dirección podemos observar miles de casos de éxito en toda la región y el mundo entero.
- Desde muy joven se inició en las ventas, en términos del propio Mario Hernández, tuvo la posibilidad de “maletear”. Aprender haciendo, no es lo mismo hacer o tratar de hacer, sin haberlo vivenciado.
- No pensar solo en el dinero, y concentrar mejor toda su energía en materializar sus ideas. No es fácil dejar a un lado la preocupación de los recursos, pero debemos empezar a atrevernos a hacerlo y tomar distancia del inmediatismo.
- El dinero llega con la consecuencia de hacer bien las cosas. Es una gran filosofía de vida, explicada por las buenas prácticas, donde las buenas atraen semejantes.
- Dar ejemplo, no son suficientes las buenas intenciones. Instruir y hacerlo con afecto y dedicación es una competencia del jefe, y más allá de esto, del verdadero líder.
- Tener “muchas ganas” de hacer las cosas “bien hechas”, lo define como el motor del empresario. Esto es abnegación, entrega y amor por lo que hacemos.
- Concentrarse en lo que está bajo su control, para qué ocuparse de la tasa de cambio por ejemplo. Foco, concentración en lo importante. Priorización.
- Tener un producto diferenciado. Es cierto que hay competencia, pero por qué no hacerlo mejor y diferente a los demás?.
- Pensar en grande, pero empezar pequeños. Muchas veces creamos obstáculos mucho antes de concebir la idea. Principio tienen las cosas.
- Para vender bien, hay que comprar bien. No siempre gana el más vivo, esto es pensar en un “gana – gana”.
- Brindar sinceridad y un trato igualitario. Respeto y nobleza.
- Hay que ser modestos siempre, no permitir que se suban los humos a la cabeza. Humildad, ésta nos puede hacer grandes sin dejar de ser humildes.
- Los fracasos no son pérdidas, sino inversiones en aprendizaje. Siempre ver oportunidades, a pesar de las dificultades.
- La curiosidad es la fuente de la mejor oportunidad de negocios. No perdamos la capacidad de asombro.
- Mezclar bien la teoría con la práctica. Aceptar que la experiencia y el conocimiento, conviven para obtener los mejores resultados.
- Para innovar no hay que planear tanto. Se debe ensayar, experimentar y hacer a tiempo los correctivos del caso. La observación puede ser un buen comienzo.
- Todos tenemos que decir las cosas que sentimos y que pensamos con transparencia y con espíritu constructivo. Sinceridad y respeto en la comunicación.
- Dice que las oportunidades son tan infinitas como las mismas hojas que yacen en los arboles de un bosque. Solo que a veces debemos ir por ellas en el momento y en el lugar indicado.