Nuevamente quisimos referirnos a la reciprocidad en redes sociales y hoy especialmente hablaremos de Twitter, la cual ha motivado diferentes criterios y hasta desempeños, de acuerdo con la naturaleza de cada marca o perfil.
Twitter es la red social o de información, que por su estructura e interface (Look and feel) mejor describe los tamaños al margen de la calidad de los contenidos, según la cantidad de tweets o trinos, la audiencia con el número de seguidores y por supuesto el tamaño o volumen de perfiles seguidos y que supuestamente son leídos.
Creemos que no hay un derrotero único para que esto pueda ser determinado o calculado, por cualquier social media expert como algunos ya se definen; sin embargo, la elaboración de un plan de medios sociales, puede ayudarnos a interpretar muy bien los números o métricas de cada uno de los posibles tamaños.
Empecemos por recordar nuevamente que no todas las empresas o personas deben estar en las redes sociales y que igual si se lanzan a hacerlo, no hay un manual de estilo u operación que garantice su éxito, aunque algunos consejos si proponen un mejor comportamiento digital.
Así como no todas las organizaciones son propensas al modus vivendi virtual, señalemos que algunas marcas o categorías que vienen haciéndolo más allá de su impacto o notoriedad, cualquiera podrá aventurarse a hacerlo al margen de estar dirigidas al consumidor final (B2C), o directamente al mercado de empresas (B2B).
Las siguientes son las actividades que han encontrado en Twitter un excelente vehículo para comunicar e interactuar con sus audiencias; desde nuestra percepción, en las primeras posiciones se encuentran las más populares o seguidas:
- Medios de comunicación
- Personalidades públicas y privadas
- Marcas de prestigio internacional
- Contenidos especializados (Ciencia, Tecnología, Innovación, Investigación)
- Instituciones públicas y empresas del estado
- Servicios profesionales y de consultoría
- Empresas de servicios (Públicos, Financieros, Empleo entre otras)
- Entretenimiento
- Comercio al por menor
- Comercio al por mayor
- Gremios, asociaciones y ONG´s
- Instituciones educativas
- Profesionales independientes
- Los demás Twitteros
- (Y las que no alcancé a citar)
Sin embargo, la presencia y reputación de algunas, aunque sean de la misma actividad, tienen una mayor o menor presencia y posicionamiento en la red, ya sea por su tamaño o por la misma estrategia gestionada.
Podríamos señalar que la primera mitad es rica en la generación de contenido por su mismo objeto social o actividad comercial, mientras la segunda parte, se caracteriza más por la interacción o conversación con la audiencia.
Pero más allá de la frecuencia de los posteos, calidad del contenido y el dialogo propiciado en la red, la intención es comprender porque los primeros siguen menos cuentas que los segundos, de alguna manera el interés de interactuar es mayor en el segundo grupo que en el primero.
Del primer grupo algunas empresas emprenden su campaña en Twitter correspondiéndole con un follow (followback) a sus primeros seguidores por haberse sumado a su concurrencia, después de algún tiempo descubren que la calidad de sus “seguidos” no se alinea con sus expectativas, o su misma reputación y popularidad les sugiere dejar de seguir algunas de esas primeras cuentas; entre otras, porque el compromiso de leer no les permite cumplir con la promesa Twittera de “leerse el uno al otro”.
Este fenómeno también se presenta con algunos personajes de la vida pública, que en agradecimiento (respuesta a la confianza) siguen a quienes les da un follow y porque tal vez la misma biografía los promociona muy bien; pero igual, pasado un tiempo, estos perfiles dejan de seguirse, causando asombro para algunos. ¿Por qué me dejaron de seguir?… De alguna manera estas cuentas cuando ya han alcanzado cierto prestigio y nombre, en un alto porcentaje logran mantener su audiencia, salvo algunos unfollow que recuerdan muy bien la Ley del Talión “ojo por ojo, diente por diente”.
No vamos a ser mojigatos, la incursión en una red social como Twitter u otra, y en especial cuando hablamos de organizaciones, tiene sus propias expectativas, nadie llega allí sólo para conversar; a un coctel asistimos con el interés de crecer o fortalecer nuestras relaciones públicas, hacer amigos o explorar oportunidades, igual sucede en el social media.
Por citar un ejemplo, los medios de comunicación aunque tienen sesiones para socializar con los lectores, televidentes u oyentes, mantienen una línea editorial y cumplen con la función de informar, en ese caso no necesariamente deben seguir a sus seguidores, y la reciprocidad se da sólo hacia sus corresponsales o figuras públicas y demás referentes generadores de noticia, su razón de ser.
Cuando el propósito a pesar del interés comercial es construir una imagen, buen nombre y convertirse en un referente o vocero (a partir de una baja visibilidad), la tendencia es crecer la audiencia conservando un número pequeño de perfiles seguidos (o ninguno), la relación puede ser 10 a 1 o incluso menor. Bajo esta premisa también se da el caso de reciprocidad directa o equivalencia entre seguidos y seguidores.
Cuando hay interés comercial, las empresas o personas tienden a corresponder los follow con un followback, aclarando que los criterios deben ser igualmente contenido, presencia o frecuencia en la red, allí no se corresponderán perfiles que no conserven los mínimos parámetros, además por el cuidado que debe tenerse, recuerdan el refrán “Dime con quién andas y te diré quién eres”?.
Para no alargar esta intervención, la reciprocidad es un fenómeno cambiante, influyen: la estrategia, afinidad, los estados de ánimo, el community manager y hasta la misma vanidad, ¿O que piensan ustedes?.
JUAN DIEGO RESTREPO