“El que esté libre de pecado que lance la primera piedra” como se escuchó decir por Jesús en la antigüedad, en esta oportunidad diríamos: “El que nunca haya dado un unfollow que lance el primer trino”.
Todos hemos tenido la experiencia o la oportunidad de estar tentados, o finalmente oprimir con decisión, el botón que observamos en la ilustración de ésta entrada.
Los unfollow son el resultado de las siguientes circunstancias; expresado, o al menos demostrado por muchas personas y twitteros en la misma red social:
- No obtener la reciprocidad por parte de quien se sigue deliberadamente con algún interés.
- Descubrir que realmente quien seguimos, no genera el valor esperado por su seguidor.
- La ausencia de modales o de respeto hacia los mismos seguidores o terceras personas.
- Distanciamiento respecto de algunas posturas o principios morales, divergencia o desacuerdos políticos.
- Exceso de trivialidades y bajo valor del contenido generado.
- Intolerancia o posiciones que demuestran un marcado radicalismo.
- Cuando después de un tiempo, se conoce que nos han dejado de seguir.
- Porque no se recibe retroalimentación acerca de las menciones. Pobre interacción.
- Generadores de spam, exceso de publicidad o promoción de contenidos.
- Que todo el TL (Time Line) de esa persona sean RT´s. Sólo reenvío de mensajes y poco contenido personal.
Después de ésta exposición, finalizo diciendo que también lo he padecido y por supuesto también he dicho: “Hasta una próxima oportunidad”.
JUAN DIEGO RESTREPO