Cada red social tiene sus características y también su público objetivo, incluso entre sus audiencias se develan importantes diferencias.
Por ejemplo, Facebook ofrece la posibilidad de crear tres categorías: perfil, página y grupo; mientras Twitter, y aunque algo se ha mencionado desde finales del año anterior y comienzos del presente, sólo maneja una categoría que se ha customizado tanto para personas, eventos o empresas, con diferencias que fundamentalmente se reducen a una línea editorial o plan de medios sociales entre individuos u organizaciones.
En mi condición de usuario de ambas redes sociales, y hablando como editor del presente blog, sin que esto comprometa el pensamiento de nuestra empresa, considero que es pertinente hablar de las diferencias, que de paso sea dicho, complementan otras de nuestras publicaciones que se han referido al comportamiento de los usuarios en Redes Sociales, tales como: El comportamiento de algunos prototipos en Twitter – Social Media Behavior, Hablemos de los Unfollow en Twitter – 10 razones o Reciprocidad en Redes Sociales. Para ampliar sugerimos explorar nuestra categoría de Redes Sociales.
Si vamos a indagarlo, a partir de si fue primero el huevo o la gallina, pues es evidente que Facebook tomó la delantera, o al menos se anticipó un par de años respecto de Twitter, evitando así mezclarnos en una discusión filosófica.
Es necesario comprender el orden temporal, toda vez que aunque semejantes como redes sociales, o complementarias en su uso, cada uno sí reúne sus particularidades y de allí, la importancia de reconocer el momento en el que se introdujeron en el ciberespacio.
Sin más preámbulos, las diferencias que traeremos a colación concretamente responden a la condición desde el fan para Facebook o el seguidor para Twitter, cuando de empresas o marcas se trata.
A continuación, algunas características de cada uno de estos prototipos:
Fan de Facebook
- Este individuo se suma a una página conociendo aún que esta relación no es reciproca, aunque si se construya un vínculo o interacción con el fan. Las empresas o marcas con fanpages, también pueden seguir otras páginas de facebook, más no perfiles.
- El fan o perfil puede seguir sólo hasta 5.000 facebook pages.
- La relación de páginas seguidas o “gustadas” en el argot de facebook, no tienen una influencia muy alta respecto de su número de amigos, aunque si puede reflejar su actividad y frecuencia en la red.
- El facebook fan regularmente satisface su experiencia en esta red, con los amigos que tiene agregados o que ha aceptado bajo su perfil, al parecer el número de contactos recíprocos no es tan relevante, como sí puede suceder en Twitter.
- Aunque importante la reputación online, al parecer en esta red social ese elemento no parece destacarse tanto como en la otra red, donde al parecer ganar seguidores es un aliciente o estimulo para el microblogging.
Seguidor de Twitter
- El cibernauta de Twitter, cuando sigue (o le da un follow a) una persona o marca, no descarta la posibilidad de recibir un follow back, o al menos una mención, respuesta, DM (mensaje directo) u otra interacción.
- El Twittero puede seguir hasta 2.000 cuentas o perfiles de Twitter, sólo se puede superar ésta cifra si maneja igual o similar número de seguidores, éste es un límite mínimo definido por Twitter para impedir la agresividad de seguimiento, y así evitar los spammers.
- En Twitter y aunque muchos no lo queramos aceptar, nos gusta que nos sigan, ésta sin duda es parte de la vanidad de ésta red de información que se diferencia de Facebook.
- Aquí no sólo se siguen marcas como ocurre regularmente en Facebook, se le sigue el paso a perfiles de personas, sin que haya reciprocidad, es decir, no sucede la relación directa, que sí se presenta entre amigos de Facebook.
- La Online Reputation Management – ORM si parece ser una preocupación más constante en Twitter, y éste interés hace parte de esa imagen digital que podemos buscar los individuos y que se manifiesta mediante el reconocimiento de otros similares.
Algunas personas han pretendido tachar o de alguna manera trivializar y hasta apocar a Facebook, mientras ensalzan y agrandan la experiencia de Twitter; sin embargo, ambas redes sociales, la primera tres veces más grande que la segunda en función del número de cuentas, nos ofrecen enormes posibilidades de informarnos o nutrirnos del contenido que cada uno en la medida o frecuencia elija.
Para concluir, en Facebook seguimos las páginas que más valoramos o con las que más nos identificamos, pero en Twitter aunque seguimos, algunos también pretendemos despertar el interés para que otros también nos sigan, construyendo a éste nivel, la audiencia con personas que admiran o se identifican con la interacción o contenido generado.
JUAN DIEGO RESTREPO