No es fácil, o al menos muy íntimo conocer cómo se comporta la mente de un emprendedor. Aquí trataré de hacer una descripción muy personal, seguro de compartir algunos rasgos comunes para quienes han tomado la decisión de sumergirse en el fondo de la piscina, como la analogía que alguna vez señalamos en "¿El emprendedor, nace o se hace?".
Es verdad que la calidad del servicio debe ser uniforme para todas las personas que lo demanden; sin embargo, el adulto mayor, si debe recibir un trato preferencial.
Recientemente tuve oportunidad de leer el libro "El estratega" de Cynthia Montgomery - Directora de la unidad de estrategia de Harvard Business School.
Cuando visito tiendas, grandes superficies u organizaciones en las que debo solicitar un servicio, o hacer algún trámite; escucho de manera frecuente y en tono auxiliador la expresión: “¿En qué le puedo ayudar?” o “¿En qué le puedo colaborar?”, como sí ese personal de contacto, estuviera más al frente de una institución de beneficencia o de caridad, que de una empresa.