Podrá leerse irresponsable, pero realmente Steve Jobs no era el gurú de la tecnología, tal vez esto pudo haber sido secundario, realmente, Él fue un apasionado emprendedor para convertirse más tarde, en un verdadero máster del Marketing.
Suele suceder que cuando una estrella del cine o del espectáculo abandona este mundo, o un ser tan sorprendente como Steve Jobs, muchos especulemos, opinemos y también nos convirtamos en los más locuaces biógrafos. A continuación más allá de una reseña de su vida, comparto algunos comentarios y subrayo otras características acerca de su trayectoria y arrolladora personalidad.
El creador de la “Manzana” se ha ido el pasado 5 de octubre de 2011 y no podemos desconocer los que admiramos personalidades como ésta, que Jobs era un ser increíble; pero que hace que acotemos este calificativo? Posiblemente su sencillez.
El genio de Apple vivió desafortunadas o inevitables experiencias al ser entregado en adopción alrededor de su primer año de vida, su paso fugaz por la Universidad al decidir no concluir sus estudios cuando tenía 17 años, y sentirse atraído sólo por las materias que consideraba más interesantes, lo hacía un joven muy particular.
Más tarde cuando se acercaba a los 20 años de edad, al lado de Stephen Gary Wozniak creó Apple, y 10 años después desarrollaron el primer Macintosh; en ese entonces su compañía ya estaba valorada en más de US2.000 millones y tenía cerca de 4.000 empleados; algunas circunstancias y desacuerdos hicieron que Steve Jobs fuera despedido de su propia compañía, quién iba a creerlo…
Durante su retiro, solo entendió algo, estaba enamorado de sus ideas para ser de nuevo, como el mismo lo calificó a sus 30 años, un principiante. Creó entonces dos nuevas compañías: NeXT y Pixar, ésta última le dio paso al primer éxito del cine animado por un ordenador “Toy Story”. NeXT fue adquirida más adelante por Apple y paradójicamente Jobs vuelve a su Manzana (Apple) como consejero en el año 1997 después de 12 años de ausencia.
Hay un hecho muy particular que sorprendió a Apple al asumir sus funciones como consejero, indicó que la empresa había perdido los últimos 10 años tratando de buscar la manera de desarrollar productos más baratos, cuando realmente pudieron y debieron aspirar a desarrollar productos de mayor calidad. Steve Jobs siempre fue un apasionado de la calidad e innovación de sus productos.
Si alguna campaña de expectativa se había vuelto atractiva en los últimos años, eran los anuncios de Apple antes de introducir sus productos: iPod, iPhone y iPad en cada una de sus versiones y presentaciones.
Ya era y sigue siendo tema de conversación en nuestras casas, oficina, colegio, universidad y hasta en la calle, cuando sale el iPhone X o Y?, y lo peor, pero lo mejor para Apple, habiendo lanzado la anterior (última) versión, apenas unos pocos meses atrás. Apple empezó a introducir una, dos o tres novedades en el año y se convirtieron en ágiles desarrolladores de producto, para la demanda de sus consumidores que se volcaban y siguen haciéndolo masivamente hacia las tiendas, distribuidores y demás retail para adquirir o encargar sus novedades tecnológicas.
Y es aquí donde Apple mediante su habilidad y astucia comercial, fue cambiando para la tecnología, los comportamientos de consumo y patrones de compra en varios continentes, por ejemplo: una nueva forma sofisticada, amable y amigable de acceder a la información, almacenar la música, entretenerse o simplemente leer las noticias de algún importante diario.
La forma original de presentar sus productos a los medios y demás prensa especializada, empezó a convertirse en todo un evento de espectaculares dimensiones, por la sencillez y habilidad con la que Steve Jobs dejaba su imagen a un lado, para darle tributo y poner al servicio las creaciones de su Organización.
Cuando Steve Jobs dejó este mundo, pensé: No se ha ido un gurú de la tecnología… Hemos perdido un verdadero emprendedor generador de ideas, innovación y expectativa, además de un gran estratega empresarial.
Con el mayor respeto y admiración por éste gran hombre, me voy a permitir compartir un tweet que leí de los 10.000 que se generaron por segundo al conocerse la noticia de su deceso, y que me llamó poderosamente la atención por la imaginación con la que fue despedido: “Steve Jobs no murió, se ha ido al cielo a revisar su nuevo servicio en la nube iCloud”.
JUAN DIEGO RESTREPO